Hace unos meses decidí visitar la capital de uno de os países vecinos de España, así que como solo disponía de un fin de semana de 3 días, me decante por visitar la capital de Portugal, ya que estaba mas cerca y debido al poco tiempo del que disponía era la mejor opción. Nos pusimos rumbo a Lisboa un Viernes de madrugada. He de decir que este viaje relámpago lo hice con mi pareja y en coche.
Salimos de Granada a las 4 de la mañana y llegamos a Lisboa ese Viernes a las 2 de la tarde. Creo que es importante mencionaros varias cosas que a nosotros nos ocasionaron ciertos problemas. Lo primero es deciros que en Portugal hay que pagar por circular por las autovías, cosa que no sabíamos, para poder llegar a la ciudad debemos atravesar uno de sus dos puentes en los cuales hay que volver a pagar. Dicho esto e de deciros que las vistas desde los puentes son impresionantes.
Tras cruzar los puentes, y todo hay que decirlo, que tras perdernos un poco buscando el hotel, llegamos a nuestro destino!! en esta ocasión nos alojamos en un hotel de cinco estrellas llamado Corinthia Hotel Lisbon, y la estancia en el nos resulto muy cómoda y agradable, se encontraba en la zona noreste de Lisboa cerca del estadio del Benfica, zona muy tranquila y agradable. El metro se encontraba a unos 200 metros del hotel y el coche lo aparcamos justo en frente de la entrada del hotel ya que el fin de semana era gratis y solo tuvimos que pagar la tarde del viernes y no llego ni a 5 euros.
Tras almorzar y descansar unas horas tras el largo viaje nos pusimos en marcha para descubrir Lisboa. Nuestra primera parada fue en la Plaza del Rossio, que es muy concurrida a la vez que es una de las principales de esta ciudad.
Tras ver esta magnifica plaza y tomarnos un café en el Hard Rock Cafe, con el que casualmente nos encontramos y que si alguno de vosotros quiere ir ya sabe donde puede encontrarlo en esta ciudad, proseguimos con nuestra visita y al girar la esquina nos encontramos con la plaza de Do Pedro IV, donde había un mercadillo y distintos stand en los que podías degustar la comida típica de Portugal.
Tras esta nueva plaza nos dirigimos al famoso elevador de Santa Justa, el cual une la parte baja con la alta de la ciudad. El pase para poder subir cuesta 5 euros, aunque también lo podéis hacer por unas escaleras que nosotros descubrimos para bajar. Aun así merece la pena subir en el elevador y contemplar las vistas de la ciudad.
Lo que se puede ver al fondo de esa imagen es el castillo de San Jorge, una vez en lo alto del elevador en vez de volver a bajar decidimos explorar la zona alta y cual seria nuestra sorpresa al encontrarnos con una antigua catedral parcialmente derruida y que resulto ser, para mí lo mas bonito de todo el viaje. Esta catedral no tenia cúpula, solo quedaban unas pocas estancias en las que habían instalado un museo.
Sobra decir que me quede enamorada de este sitio y que pase mas de una hora contemplando sus paredes, sus arcos... este sitio me fascino y espero que con estas imágenes os anime a visitarlo, la entrada nos costo unos 6 euros. En el museo de esta antigua catedral podemos encontrar tumbas, momias....
Tras esta visita recorrimos las calle de Lisboa, decidimos cenar en un McDonals que estaba en la Plaza de Don Pedro IV y nos fuimos a descansar al hotel para poder comenzar el Sábado pronto con nuestra visita.
El Sábado por la mañana decidimos coger el metro y el bus hasta la otra punta de la ciudad. Tenéis que saber que Lisboa tiene una magnifica red de transporte publico ya que con un bono puedes utilizar el tren, el metro y el autobús. Bien ese día decidimos empezar por el Monumento a los Descubrimientos.
Se sube a lo alto de este monumento por un ascensor, la bajada se hace a pie. La entrada nos costo 3 euros pero merece la pena pues las vistas desde allí son increíbles, pues puedes ver el rió Tajo y el Monasterio de los Jerónimos, ademas de que si sigues andando desde este monumento llegamos a la Torre de Belem la cual es preciosa, la entrada cuesta 5 euros y si la combinas con la visita al Monasterio de los Jerónimos sale mas barata y esta cuesta 10 euros pero merece la pena ya que así podéis ahorraros unos euros y entráis a los dos sitios.
Tras la Torre de Belem comimos en un restaurante cercano donde probé el postre típico que son unos pastelillos pequeños rellenos de crema y que son deliciosos. Se llaman Pastelillos de Belem, si vais no os olvidéis de probarlos no os arrepentiréis!!.
Tras la comida nos fuimos al Monasterio de los Jerónimos que esta muy cerca, allí pasamos una tarde muy agradable y visitamos antes de entrar en el Monasterio, el Museo Nacional de Arqueología, que para nuestra sorpresa estaba casi vació, con decir que eramos 4 personas creo que me excedo. Una verdadera pena, ya que poseen una rica colección de obras y piezas de arte, entre ellas una amplia colección de piezas egipcias y romanas.
Tras el Monasterio de los Jerónimos nos fuimos a pasear por la Plaza del Comercio en la que nos sentamos al sol mientras contemplábamos el rió Tajo. En esta plaza había muchos puestecillos en los que comprar artesanía, recuerdos...
Tras esta parada para merendar y tomar fuerzas nos pusimos en marcha para subir a lo alto del Castillo de San Jorge, he de decir que no es necesario subir andando ya que es un largo trecho y todo cuesta arriba, nosotros lo subimos porque a pesar de estar en la parada del tranvía típico no nos paro, así que no nos quedo mas remedio que subir andando.
El Castillo de San Jorge esta en lo alto de una colina y lo que queda son solo las murallas y algunas torres, pero aun así merece la pena subir hasta allí ya que tiene unos jardines muy bonitos y la vista desde lo alto de las torres.
Tras el Castillo de San Jorge bajamos andando hasta el centro de la ciudad donde habíamos decidido cenar, pero descubrimos una calle algo apartada en la que había unos grafitis muy típicos de Portugal así que paramos e hicimos unas fotos antes de proseguir con nuestro descenso.
Tras la cena decidimos finalizar nuestro viaje visitando la Plaza de Marques de Pombal, en la que habia una subida y unos jardines que estaban coronados por una gran fuente y una enorme bandera de Portugal.
Finalmente nos fuimos a descansar al hotel pues había concluido nuestra visita a Lisboa y habíamos decidido parar de vuelta a casa en Merida donde vimos el teatro romano y el circo.
Con esto doy por finalizado el viaje relámpago a Lisboa. Hasta pronto nos vemos por el mundo.